martes, 19 de mayo de 2009

Adiós, Marta.

Naciste en otoño de 2006, de los pedazos de un corazón roto. El mío.
En un principio no deberías haber sido un problema. Eras sólo un mecanismo de defensa, una forma de que no doliese tanto. Ni siquiera me dí cuenta de tu existencia.

Pasó un año desde tu nacimiento, en el cual comenzaste a dar señas de tu poder. El poder de manipular a la gente. Ahora, echando un vistazo al pasado, puedo verte actuar claramente. No te culpo: Eras mi escudo. ¿Pero a qué precio? Niña tonta, niña egocéntrica y cruel, has dejado un montón de víctimas a tu paso. Y también demostraste lo bien que te sabías ocultar, como aún lo demuestras.

Y entonces llegó Él. La única persona capaz de dormirte. La que hizo que desaparecieses. Al menos por unos meses. Consiguió que no te necesitase, que no necesitase ningún tipo de escudo. Pero por supuesto, esto no podía durar demasiado. Pronto, nuestra relación empezó a tener fallos. En un principio tu no tuviste nada que ver. Eran simplemente nuestras diferencias. Pero esos problemas te sacaron de nuevo a la superficie.

Aún no tenías nombre, pero estabas resurgiendo. Curiosamente, la misma persona que había provocado ese corazón roto del que naciste fue la que te bautizó. Normalmente, cuando algo no tiene nombre no tiene tanto poder. Es como si fuera etéreo, como si no existiera. El hecho de darte un nombre fue lo que te hizo tomar una forma concreta. Y te hizo más poderosa de lo que ya lo eras.

Desde que naciste te has alimentado de mi desgracia. Cuanto más débil y vulnerable era yo, más fuerte eras tú. Y como sólo piensas en tí misma, y por ende, en mí, no te importó destrozar a quien fuera para ambas pudieramos estar "bien", al menos en apariencia. Tú estabas bien. Yo no. Pero no me daba cuenta.

¿Y ahora? Ahora las cosas han cambiado. Tal vez era terminar con la relación lo que necesitaba para librarme de tí. Una relación que se rompe debilita mucho a las personas. Mi relación con Él, que se desmoronaba poco a poco, te permitía tomar el control sin problemas.

Lo irónico del asunto, es que en parte por tí he terminado la relación. Y por tí, ahora soy fuerte. Y ya no puedes conmigo.

Sé que no puedo matarte, porque la única forma de hacerlo es o matarme yo también o arrancarme un trozo de cerebro y quedarme vegetal, pero ahora puedo dominarte. Puedo domesticarte, y lo haré.

Ya no te necesito, ni quiero ser tú nunca más. Adiós, Marta. Hasta nunca.

P.D.: Gracias, Kyu, por haberme abierto los ojos a lo que no quería ver...

3 exploradores comentan...:

Isiriel dijo...

Isi salta de alegría y va a felicitar a Indy.

Cris mira con desdén preguntándose cuánto durará eso y si no resucitará Marta con más poder una vez roto el sello.

Helena se estremece en su rincón viendo como su igual va desapareciendo poco a poco~

Indy dijo...

Indy sonríe y acepta las felicitaciones.

Alice le hace ver a Cris que Marta sigue viva, aunque sus fuerzas estén mermadas.

Se oye un susurro temeroso, débil. "Preparaos... alguna de vosotras es la siguiente."

Isiriel dijo...

Mucho gracias Kyu pero yo que llevo siglos diciéndote lo mismo nada no ¬¬ vale, eh, vale, la próxima vez te lo digo por las malas xDDDD rashfunh!

PD: y ahora es cuando te rpeguntas qué coño es rashfunh, es lo que el blog me está haciendo copiar para publicar el comment xD