lunes, 24 de enero de 2011

Aclaremos las cosas.

Vale, a los que hayáis visto la entrada anterior, os he debido dar un buen susto... Era una broma *pausa para el suspiro general de alivio*. Es una animación de un señor llamado Harry Partridge que está muy mal de la cabeza, como habéis podido observar. Lo suficientemente mal como para hacer cosas como esta:



Y con esto y una tostada, hasta la próxima entrada u_u

Perlitas que descubre una...



La intro de la serie de dibujos animados de Watchmen. LLORAD. Aquí la letra, para quien, como yo, se lo pase pipa con estas cosas:

Strong together, united forever
They're the best of friends

But when troubles about, you'd best watch out
For the Watchmen!

Nite Owl is their leader
And he loves to party down

Rorschach's friends to the animals...

"Yeah, when he's not clowning around"

"I'm nutty!"

Beat up some thugs, say no to drugs
Be in bed by 10

But if troubles about, you'd best watch out
For the Watchmen!

Silk Spectres a sensation
You should really never miss

The Comedian's her biggest fan now...

"If I could only get that kiss!"

Ozy and Bubastis - a couple o'
Crimesolving superstars

Jon can give you cancer
and he'll turn into a car


Strong together, united forever
Come and meet your friends

Have no fear, times up, times here
For the Watchmen!

WATCH OUT!

jueves, 20 de enero de 2011

Fields of gold.

1. Negación.

-No le voy a engañar- dijo el oncólogo, impasible. A fuerza de enfrentarse a esa situación innumerables veces, había desarrollado algún tipo de defensa, la extraña capacidad de mirar a sus destrozados pacientes desde la lejanía. Un escudo que impedía sentirse culpable por algo que, al fin y al cabo, no era culpa suya. -Hemos encontrado el cáncer en un estado muy avanzado, y es casi imposible encontrar un donante a tiempo. Pero lo intentaremos.

Él se marchó de la consulta sin mediar palabra, con la mirada perdida. Su mente se resistía a aceptar lo que su cuerpo sabía desde hace meses. Estuvo dando vueltas una hora, quizá dos, porque no tenía nada que hacer y porque algo le impedía llegar a casa. Quizá porque en el fondo era consciente de que necesitaba tiempo en soledad.
Cuando llegó a casa, ella le recibió con los brazos abiertos, sonriendo. La sonrisa se le esfumó en cuanto vio la expresión del recién llegado.

-¿Qué tal el médico?-preguntó con voz suave. Él no respondía. Se sentaron en el sillón. Durante unos minutos, todo lo que se oía en la sala era el tic-tac del reloj.

-Cáncer- dijo finalmente. Y de nuevo el tic-tac del reloj.

Los días siguientes fueron duros para ambos. Él no quería hablar de ello, y cuando lo hacía, enseguida cambiaba de tema. Como si no pasase nada. Ella intentaba no recordárselo y no molestarle, pero lloraba por las noches.

2. Ira.

Aunque los silencios fueron duros, ella hubiera dado lo que fuera por recuperarlos tras unas semanas. Seguramente él también, si no hubiera estado tan ocupado gritando a todo el mundo. Sin escuchar a nadie.
Ella también quería gritarle, quería decirle que no era fácil para ninguno, pero que tenían que seguir adelante juntos. Pero se callaba, porque tenía miedo de discutir demasiado y de que todo se rompiese, y no quería dejarle solo. “Si nos queda poco tiempo juntos” pensaba entre lágrimas “tendré que estar a su lado, pase lo que pase”. Así que pese a los gritos, los platos y vasos rotos y el llanto, ella no se rendía.
El peor momento fue cuando le levantó la mano. No fue una bofetada muy fuerte, ni siquiera le dolió, pero ambos lo lamentaron durante días. Seguramente, fue entonces cuando él se dio cuenta de lo que le estaba haciendo a todo el mundo, y de que era hora de cambiar su actitud.

3. Pacto.

Y por fin, asumió lo que le ocurría. Pero no las consecuencias. Durante dos semanas, más o menos, se estuvo metiendo en los barrios más oscuros de la ciudad en busca de curanderas y remedios milagrosos, además de la quimioterapia prescrita. Por supuesto, no le dijo nada a ella. En cierto modo, le daba vergüenza. En cierto modo, sabía que lo que hacía no servía de nada.
Aún así, tomó todo tipo de hierbas y se sometió a todo tipo de rituales. Si no le curaba, tal vez le alargase la vida. Tenía tanto por hacer, tanto que arreglar... le debía tantas cosas a ella. Se habían prometido viajes, aventuras y una familia. Se habían prometido una vida juntos y la suya se apagaba.
Cuando hubo visitado al último “mago” de la ciudad y no había nada más que probar, aceptó la verdad. Tendría que empezar a despedirse.

4. Depresión.


Se miró al espejo. Ya prácticamente no tenía pelo y se le notaban las costillas. Las ojeras casi negras destacaban sobre la piel pálida. Al día siguiente iría al hospital a que le ingresaran, apenas podía moverse por sí solo. Se sentía una carga para ella, que tenía que ayudarle para todo, un trasto inútil que le impedía a la persona que más quería ser feliz. Y ella... ella le sonreía. Aunque estaba agotada, aunque tenía que trabajar durante nueve o diez horas y luego al llegar a casa tenía que cuidarle, siempre tenía una sonrisa preparada para él. Cómo iba a echar de menos esa sonrisa...

Cuando le ingresaron, ella se esforzó muchísimo para no llorar. Él sí lloraba, lloraba mucho. Lloraba por todas las cosas que se iba a perder. Aparte de eso, no hablaba demasiado. Apático y oscuro, miraba al infinito, cavilando sobre cosas que no le contaba. Sus amigos le visitaron los primeros días, pero pronto se cansaron. Él había sido antaño simpático y vital. La enfermedad le había cambiado por completo, y al final, solo ella iba a visitarle. A veces pasaba las noches en el hospital. Muchas veces le despertaban los gritos de él. Entonces le abrazaba y le recordaba que sólo había sido un sueño. Y se mordía los labios, cerrando los ojos con fuerza.

5. Aceptación.

Un día se despertó y se dio cuenta de que ya no tenía más lágrimas. A esas alturas pasaba mucho más tiempo dormido que despierto, entre los sedantes y la fatiga constante. Lo bueno era que siempre que despertaba -aunque fuesen unos minutos y le pareciese casi un sueño- ella estaba ahí.
Los pocos momentos lúcidos que tenía, cuando no estaba hasta arriba de morfina y el dolor era soportable, charlaban. Fueron días plácidos para ambos. La tormenta había pasado, ya solo quedaba la calma.

-¿Sabes?- dijo él un día, mirándola con cariño.- Creo que durante todo este tiempo, no he tenido miedo a la muerte.

Ella le miró sin entender.

-No... lo que realmente me daba miedo es dejarte atrás. Creo que es lo único que me duele de verdad de todo esto. Metafóricamente hablando, claro- rió débilmente. Ella se sentó junto a él y le acarició la mejilla, silenciosa. Se había acostumbrado, como él, a no hablar demasiado. Tampoco es que hubiese demasiado que decir.

-Prométeme que serás feliz. Que seguirás adelante. Si puedes prometerme eso... supongo que me iré en paz.

Eso fue demasiado para ella. Todas las lágrimas que había estado conteniendo durante todos esos meses salieron de golpe, y se derrumbó en la cama sollozando. Él la abrazó torpemente, con toda la fuerza que su malogrado cuerpo le permitía. Se quedaron dormidos así.

Pocos días después él no volvió a despertar. Y ella... bueno, ella cumplió su promesa. Todo lo bien que pudo. Y cada año, visitaba el cementerio y le regalaba una flor y una sonrisa.

miércoles, 12 de enero de 2011

Fidechichas a la japonesa.

Sí, ya era hora de que alguna otra receta acompañase a la solitaria tarta de queso para dos en el apartado gastronomía... Así que os voy a contar lo que me he hecho de cena.

Los que visitéis con asiduidad Cuánta Razón o Desmotivaciones.es seguramente ya sepáis lo que son las fidechichas. Los que no, no os preocupéis, porque de nuevo, adjunto una imagen:



Y aquí la receta.

¿Qué vamos a necesitar?

-Una olla grande (en serio, la más grande que tengas en casa)
-Una olla más pequeñita
-Agua
-Espaguetis
-Salchichas
-Cebolla frita
-Salsa de soja
-Cubitos avecrem (o similar)
-Orégano
-Ajo en polvo

Y ahora, al lío.

Bueno, como es evidente, yo me lo he preparado para mí solita, así que la receta es para una sola persona... si queréis para más, a multiplicar.

Primero, llenad la olla grande de agua y ponedla a hervir, y mientras esperáis, toca preparar las fidechichas. Para prepararlas, cortad las salchichas que queráis por la mitad (yo corté dos) y empezad a insertar espaguetis enteros en ellas. Sí, sí, como lo leéis, atravesad inmisericordemente las salchichas con espaguetis. Yo utilicé quince, pero eso depende de vuestras ganas de comer espaguetis/fideos y de vuestra destreza manual.
Cuando el agua ya hierva y tengáis las fidechichas preparadas, metedlas en el agua con un poco de sal. La técnica es igual a la de hacer espaguetis: Esperad a que se reblandezcan hasta que os guste.

La sopa que acompaña a las fidechichas se hace con un tercio de cubito avecrem y se adereza con salsa de soja y hierbas variadas (yo pongo orégano y ajo en polvo). El aderezo va al gusto. También le añado cebolla frita, que mi madre compra en Ikea pero se puede hacer con una sartén.

Cuando tenemos las fidechichas y la sopa hechas, lo mezclamos bien todo y... ¡a comer! Que os aproveche :3

lunes, 10 de enero de 2011

10 de Enero.

Dum, dum, duum... Dum, dum, dum-duuum...

Las primeras notas del bajo de Birdland me despiertan, apago el despertador del móvil. Son las siete y doce minutos de la mañana, y para levantarme casi tengo que rodar y caer de la cama.

Ya duchada y despejada, salgo a la calle. Se rumorea que los días han empezado a ser más largos, pero yo no me lo creo y tampoco me disgusta. El cielo , aún nocturno, está pintado de azul cobalto, por el este empieza a clarear. Las pocas estrellas que brillan lo suficientemente fuerte como para escapar a la contaminación siguen orgullosas en lo alto del cielo. Un poco más abajo, brillando como ningún otro lucero, está Venus.
El panorama general tiene un poco de mágico. Misterio, silencio y noche.

En el autobús no me siento con ánimos de enfrentarme a Aubrey y Maturin y sus términos navales, así que música y a cerrar los ojos. Un suave bajo, un piano y una voz cálida que sustituye pobremente tus abrazos. Pienso en lo bonito que sería que la rutina tuviese un poco de ti.

Luego llegan las clases, la organización de trabajos, el estrés... Y menos mal que hay buenas noticias, porque si no, empezaría a pensar que el 10 de Enero tiene algo contra mí.

sábado, 8 de enero de 2011

Objetos frágiles.

El otro día estaba en el supermercado, haciendo la compra con el señor trasgo, y vi un libro junto a la caja. Me llamó la atención porque el autor era Neil Gaiman, un escritor y guionista de cómics que descubrí hace poco y que, francamente, me encanta. Así que me lo compré. Y menos mal.

"Objetos frágiles", que así se llama, es una compilación de algunos cuentos del escritor. Esos cuentos, como podréis apreciar todos los que hayáis leído Sandman o hayáis visto Los Mundos de Coraline, tienen lo fantástico y lo oscuro de los cuentos de hadas de antes, los de los Hermanos Grimm y Anderson, entre otros. Son cuentos extraños, muy diferentes entre sí, que te hacen -al menos a mí- mirar la vida con otros ojos.
No invitan a la reflexión profunda, sino que más bien te hacen preguntarte cuánto de cierto tendrán los mitos y leyendas. Si la mujer que viste en el tren de nariz ganchuda y gesto arisco era realmente una bruja y si la sombra que a veces percibes por el rabillo del ojo existirá o no.

En el libro aparecen personajes conocidos, como Sherlock Holmes o Arlequín, y también personajes inventados, como Sombra o el Señor Alice. Todos ellos geniales.

Después de haber leído unas cuantas obras de Neil Gaiman, es hora de recomendar no solo este, sino cualquier libro o cómic que encontréis del autor, porque seguramente no os arrepentiréis de la adquisición. En serio.



Las voces de niños tienen algo siniestro...

Por cierto, a los que puedan, el libro mentado está ya disponible en las bibliotecas de Indy u_u Por si os apetece cogerlo.

sábado, 1 de enero de 2011

Aprovechando...

...que acabo de llegar a casa (lo sé, es pronto) y que estoy más o menos consciente, voy a poner el primer post del año. A duras penas, que no paro de confundir letras.

Feliz año, feliz vida y feliz loqueseaqueosapetezca.

Saludos a todos los que lean este chorrapost u_u



¿Por qué esta canción? Pues... por ejemplo.