Pasaban los días. Rutina. Se levantaban, buenos días, desayunaban juntos, se duchaban- a veces juntos, a veces separados. Se iban al trabajo. Volvían cansados y se encontraban de nuevo, y hallaban en el sofá un ratito para disfrutar de la compañía del otro. Era una vida hastiada, pero feliz. Casi siempre.
En ocasiones, el gris de los días les podía. Entonces ya no se duchaban juntos, ni se decían buenos días, sólo los gruñían. Ni disfrutaban en el sofá de la compañía del otro. Se encerraban en una burbuja y soñaban lo que podría ser.
En una de esas ocasiones, él decidió enfrentarse al gris. Llenó una mochila de lo más esencial y se la echó al hombro. "¿Vienes?" le preguntó a ella. "Voy" respondió. Le había jurado mil veces que si él decía ven, ella iría. Decidió que entre sus cosas imprescindibles estaba la guitarra.
Apagaron las luces, cerraron las persianas y se marcharon a lo desconocido. Se dejaron los días grises en casa.
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Ya, sí, llevo mucho sin actualizar. Son estos días, que me drenan la imaginación y las ganas de escribir. Mierda de exámenes y trabajos y cosas. En verano (espero) volveré a la producción creativa. Pero still alive.
No sé si he puesto esta canción ya. Y qué, mola.
jueves, 19 de mayo de 2011
Los días grises.
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4 exploradores comentan...:
Pues... al menos sigues por aquí, ya es algo =P
http://www.youtube.com/watch?v=VnCFrvsnfjg
No puedo decir demasiado.
Te quiero. Mucho.
Ay.
Aaaaawwww
Esa canción mola mucho, buena elección. Yo también tengo mierda de todo, a ver si terminamos ya, y tomo tu palabra de que en verano te tendré para mí todo lo que quiera (esto va por el señor "Ay" xDDD)
abajo los días grises. A la calle (y las llaves a la alcantarilla)
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