martes, 20 de abril de 2010

Sinsentidos.

Castillos que flotan en el aire amparados
por la sonrisa burlona de un gato.
Palabras inconexas y abrazos empapados,
y besos furtivos a la luz de mil farolas.

Canciones soñadas en un banco del parque,
helados al salir de un país maravilloso,
y dos locos atrapados sin remedio
con maleta, chaqueta y mochila
en una lata de sardinas.

Llegas y le das a todo razón, te vas
te llevas su cordura y mi locura,
me dejas con una fotografía
y unos cuantos retazos de sinsentidos.

lunes, 12 de abril de 2010

Esta niña sí que sabe.

Estos críos irlandeses están locos. Escuchad y juzgad por vuestra cuenta...



P.S.: Me estoy planteando seriamente seguir sus pasos u____u
P.P.S.: Hoy no toca canción :)

jueves, 8 de abril de 2010

Manda huevos (y huevas).

http://www.larazon.es/noticia/4681-igualdad-declara-sexista-a-cenicienta-y-pide-que-no-lo-lean-los-ninos

En serio. Esto ya supera los límites de lo absurdo, pasando a imbécil de categoría.

Soy la primera que defiende que los hombres y las mujeres merecen los mismos derechos y que somos iguales a pesar de nuestras diferencias. Me parece muy bien que se quiera educar a los niños de pequeños para que entiendan que papá también puede planchar y mamá salir a trabajar. Es maravilloso. Pero no es necesario llegar a estos extremos.

Declarar que Cenicienta y todos los cuentos que nos han contado de niños son sexistas es buscarle cinco pies al espermatozoide (o al óvulo). De hecho, se podría decir que es incluso al contrario. Al fin y al cabo, Cenicienta no es la historia de una mujer que está explotada por ser mujer. Cenicienta es una historia de superación personal, y que yo sepa, ningún hombre ayuda en ningún momento a la chica. De hecho, el príncipe es un maldito inútil que en el cuento original necesita la ayuda de dos malditas palomas para darse cuenta de que las hermanastras no son Cenicienta. Y en la película de Disney lo único que hace es... bailar. La verdadera heroína es, a mi parecer, el Hada Madrina u_u

En La Sirenita, la protagonista tiene el valor de abandonar su mundo por amor, de dar lo más valioso que tiene, su voz, para poder tener dos piernas, en pos de un chico que al final la deja por otra. La Sirenita de Andersen arriesga su vida por alguien que termina tracionándola. Y en la película de Disney, Eric (el príncipe) es un personaje totalmente vacío, lo miréis por donde lo miréis.

En Blancanieves, vale, la protagonista es estúpida, pero el príncipe tampoco es que sea mucho mejor. Los que son geniales son los enanos, que son unos currantes que tratan a Blancanieves como una reina a cambio de una retribución lógica: Que les ayude en casa.

Sherezade, la protagonista de Las Mil y Una Noches, es inteligente como ella sola. Bella, de la Bella y la Bestia, también es una mujer muy inteligente que, a diferencia de en la mayoría de las películas de Disney, ama a un hombre por su interior, y no porque sea un príncipe encantador. Y en el cuento original es una mujer humilde y en absoluto materialista, a diferencia de sus dos hermanas, y la Bestia la colma de bienes y atenciones a cambio de su mera amistad.

No niego que hay otros ejemplos de cuento, como la Bella Durmiente, que dejan a la protagonista femenina en un rol muy absurdo y secundario, pero eh, de todo tiene que haber, ¿verdad?

En fin. Que una vez más, tanto alarmismo con respecto a la igualdad de géneros, que poco a poco vamos consiguiendo, me parece exagerado. De hecho, me empieza a dar miedo... ¿cuánto falta de aquí a la Policía del Pensamiento?