viernes, 30 de noviembre de 2012

Retrato.

Tengo una amiga alemana que dibuja que te cagas. Esto está hecho en menos de media hora. A pesar de que ha sido un duro golpe para mi autoestima artística, sentí la necesidad de compartirlo.

Y ahora si me disculpáis, me voy a llorar a un rincón.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Se buscan opiniones.


Hoy os quiero exponer un caso que lleva preocupándome un tiempecillo.

Persona A y persona B discuten acerca de un cierto escrito que representa, de modo explícito y sin tapujos, una escena de sexo de consentimiento dudoso entre un mayor de edad (18 años) y un menor (13 años). El mayor, un adolescente evidentemente loco y con afición por romper las normas, se aprovecha de la falta absoluta de experiencia del menor, que es un niño inocente y que confía en él, para convencerle (y posteriormente forzarle) de practicar sexo oral en su persona. Cabe destacar que es un trabajo puramente ficticio, no basado en experiencias personales, y que no se trataba de un relato erótico.

Tanto persona A como persona B escriben, y ambos han escrito acerca de personajes de alineamiento maligno, incluyendo en sus relatos abuso físico y psicológico e incluso asesinato. No obstante, sus opiniones acerca de la narración mencionada son radicalmente distintas.

Persona A opina que el escritor es meramente repugnante. Alega que al escribir eso está promoviendo el abuso a menores, y que en ningún caso su comportamiento puede ser aceptable. No cree que el relato ayude en absoluto al desarrollo del personaje y le parece que su sola existencia es punible.

Persona B opina que el escritor no hace mal por escribir eso. Alega que es un hecho que ocurre en la realidad y que no va a forzar a nadie a hacerlo, y que siempre que tenga un motivo, esos sucesos pueden ser descritos. Opina que el relato ayuda al desarrollo del personaje y que por muy desagradable que sea, el escritor no es necesariamente mala persona por describir esa escena.

Ahora, las preguntas, queridos lectores. ¿Quién tiene razón? ¿Es aceptable poner sobre el papel semejante acto, o debería ser evitado? ¿Tiene el escritor la obligación de ser moralizante? ¿Es relatar una violación mejor o peor que relatar un asesinato?

Espero vuestras opiniones. No os preocupéis, los nombres son irrelevantes. La opción de anonimato está activada, usadla si así os sentiréis más cómodos.

Los comentarios serán moderados. Ruego que evitéis “trolleos” y actitudes directamente ofensivas. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Delirio.

A veces la tierra parece más sólida bajo los pies. A veces la quemadura del licor es más intensa en la garganta. A veces el concepto más mundano nos ataca de improviso, nos fascina y captura e intentamos cogerlo con las manos pero se nos escurre entre los dedos, fugaz

  y las palabras no sirven e intentamos vomitarlo todo sobre una hoja en blanco, aporreando el teclado y siendo dolorosamente conscientes de que no importa cómo lo hagamos porque las ideas en nuestra cabeza siempre son más elocuentes.

Todo suena mejor dentro de la cabeza. Cuando podemos entender lo que nos quiere decir. A veces hay una voz que canta o una mano que pinta o un olor que no existe o el sonido de los tambores y no alcanzamos a ver el significado.

A veces es una palabra. Y la gente en el metro mira a la chica que se muerde frenéticamente las uñas, con la mirada perdida en el infinito como si estuviera terriblemente preocupada cuando sólo está dejando su mente libre, trabajando desbocada. O a lo mejor no la miran porque realmente nadie se preocupa de lo que esté más allá de sus narices. Puede que se pregunten si está loca (lo está) y si eso les va a repercutir de algún modo. En cuanto puede escribir, la chica deja caer sus pensamientos como una cascada para un público que tal vez no exista o quizá se pregunte qué diablos ocurre. Ella sólo quiere entender, o liberarse. Aunque le preocupa porque a lo peor es su imaginación riéndose de ella (ja-jodido-ja) y una vez que deje todo salir ya no habrá nada.

 Al final lo escribe. Se siente un poco mejor. Menos frenética.

 ...

  vAcíOooOo...