En el alma de un hombre conviven un lobo y una oveja. La mayoría de los hombres se cuidan de que el lobo no devore a la oveja, pero no permiten que el lobo explore los bosques de su conducta. Existe sin embargo una pequeña casta, arriesgada y demente, que suelta al lobo en las frondosas noches de sus desvelos.
G.I. Gurdjieff
Como todos bien sabemos, la gran mayoría de la población en el primer el mundo padece un importante problema de síndrome ovejil. ¿Que qué es el síndrome ovejil? Es esa tendencia que tienen los humanos a agolparse como si fueran ovejas bobas, que donde anda una van todas. Como confío en que todas las personas que leen este blog tienen un mínimo de inteligencia y pensamiento individual, sé que no os sentiréis ofendidos.
Las ovejas son débiles, y por tanto incapaces de estar solas. Por ello, su principal objetivo en la vida es formar parte del complejo social. En otras palabras, "hacer lo que todos hacen". Nunca buscarán la verdad o la justicia, ni el camino correcto, sino que irán donde les lleve el rebaño. Sea defender una idea o atacar a un enemigo, solas son incapaces de hacerlo. En estos mundos virtuales, si están en un entorno conocido, donde se saben rodeadas de otras ovejas, se considerarán fuertes, y creerán que pueden contra cualquier individuo no ovejil que aparezca. Sin embargo, en entornos desconocidos, como podría ser este blog, una oveja sería incapaz de defenderse, y probablemente, si alguna oveja lee esto, no dirá nada.
Por otra parte, tenemos a los lobos. Sí, los lobos, tal y como todos estabais suponiendo, son esa minoría que se atreve a ir por su cuenta y a pensar por sí mismo. Un lobo en soledad es fuerte, y no necesita el amparo del grupo para defenderse. Sin embargo, los lobos también van en manadas, aunque estan suelen ser más pequeñas. Al fin y al cabo, como dije en la anterior entrada, el hombre es un animal social. Un lobo no tiene miedo de pensar, de expresarse. Por lo general, los lobos saben que pueden controlar a las ovejas, y las ovejas temen a los lobos.
Siempre hay lobos con piel de oveja que saben camuflarse convenientemente en la multitud, y susurrar palabras de rebelión al rebaño para que escuchen sus ideas y acaben dirigiéndose en masa a hacer lo que todos murmuran. También existen lobos que crecieron entre ovejas, y no saben que son lobos hasta que son adultos.
Por último, tenemos una tercera clase. Los pastores. Los pastores son los que dominan los rebaños de ovejas. Un pastor tiene más fuerza que las ovejas, pero también teme al lobo. El lobo odia al pastor, y el pastor odia al lobo. Y cuando se enfrentan, normalmente el pastor hace uso de los peores trucos (en ocasiones la propia fuerza del rebaño) para vencer al pobre lobo que decidió desafiarle. Y a veces, cuando es una manada de lobos la que ataca al pastor, comienza una Revolución.
Y vosotros... ¿qué sois?¿Ovejas, o lobos?
miércoles, 3 de junio de 2009
Ovejas, lobos y pastores.
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