El tema recurrente.

-Amor, quién te conociera. Dicen que eres dulce y negro, negras tus alas pequeñas, negro tu caparazón como noche sin estrellas. Tus ojos son de esmeralda, tus patas son de violeta...

-Estás más loca que un grillo que conocí allá en su cueva, que se las daba de listo, de gran mago y de profeta... era un pobre desdichado. A mí me dio una receta para curar el amor.

-¿Qué decía la receta?

-Dese a los enamorados... ¡dos palos en la cabeza y no se los deje nunca tumbarse sobre las hierbas!

El Maleficio de la Mariposa, Federico García Lorca.

Sí, señoras y señores (y ahora trasgos también, xD). Volvemos al tema recurrente en mi blog: el amor. Y esque este maldito concepto abstracto me da, como a todos, muchos quebraderos de cabeza. Y por eso intento desmenuzarlo y analizarlo minuciosamente, para ver si me entero de algo.

Esta vez os traigo una clasificación perfectamente lógica que espero os sirva de algo. Se me ocurre que el amor se puede dividir en tres tipos, que son los que explicaré a continuación:

El amor idealizado: También conocido como el amor infantil o primer amor. Se suele confundir este tipo de amor con el Amor Verdadero por sus características, que son fácilmente apreciables. Este tipo de amor se reconoce, valga la redundancia, por la idealización del individuo al que se ama. Aunque se aprecien los defectos del sujeto en cuestión, se pasan por alto. Es inocente, puro y tierno, y los aspectos físicos se suelen pasar por alto. El sexo es algo que básicamente no entra en el esquema. La desventaja de este sentimiento tan dulce e idílico es que normalmente la persona que lo alberga está ciega, y por tanto, en caso de que sufra un desengaño le dolerá mucho más que a la persona media.

El amor pasional: También conocido como adolescente, aunque esto no significa que no aparezca en los adultos. La extendida creencia de que cuando amas a alguien deseas a estar a todas horas con ese alguien viene de este tipo de amor, puesto que una de sus principales consecuencias es el deseo constante de cariño -y lo que no es cariño-. El sexo es un elemento básico, aunque ojo, no estamos hablando de sexo por sexo, es algo más. Les recuerdo que estoy hablando de diversos tipos de amor. La desventaja de este tipo de amor es que una vez se acaba la pasión arrebatadora, la relación muere con ella.

El amor cómplice: También conocido como adulto o maduro. Se suele dar en los matrimonios asentados, o en las parejas que llevan mucho tiempo juntas. También puede aparecer si las personas que se emparejan han mantenido una relación de amistad sincera previa. Este tipo de amor busca la confianza mutua, el respeto, en definitiva, se busca un compañero. Se suele confundir con la rutina, puesto que para que este tipo de amor se de, ambos sujetos se deben conocer muy bien, lo que requiere un largo proceso. Sin embargo, bien enfocado, este amor puede ser el menos rutinario de todos. La desventaja es que mal enfocado, sí, se convierte en una rutina.

En mi humilde opinión, el Amor Verdadero se alcanza únicamente cuando se da una confluencia de estos tres tipos de amor hacia la misma persona, con un perfecto equilibrio.

Y bueno, hasta aquí mis pesquisas. Seguiré informando ^^

Sector X-23

-Alerta amarilla en el sector X-23, repito, alerta amarilla en el X-23. Cambio.
-Recibido. Voy para allá.

Pese a que llevaban años tratando de hacer que esas alertas desapareciesen, no terminaban de lograrlo. Siempre había un individuo aislado en algún sector que escapaba a todas las medidas.

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Álex reprimió un bostezo. No era que se aburriese, pero dar Filosofía a primera hora un Lunes era demasiado para sus pobres neuronas. Y la voz monótona de la profesora, repetitiva hasta tal punto que el chico sabía imitarla a la perfección, no ayudaba demasiado. Hizo un esfuerzo por atender, y captó la mitad de una frase.

-...es el hecho de dudar lo que hace que pdamos estar seguros de que existimos.

Un resorte se activó en el cerebro de Álex, que volvió a abstraerse de la clase. "Pienso, luego existo". No era la primera vez que se planteaba aquello, ¿existía realmente? Bueno, dudaba de su existencia. Según Descartes, esa era una prueba de que sí, su presencia era real. ¿Y todo lo que estaba a su alrededor? Eso le preocupaba más. Claro que, lógicamente, si alguien hubiese creado todo lo que había alrededor, no habría implantado un sistema educativo que le permitiese dudar. ¿O sí? Álex se preguntó si precisamente eso era lo que querían que creyera. Era retorcido, pero si él había podido llegar a esa conclusión, el supuesto creador también.

De repente, un cambio en la entonación de la profesora hizo que diera un respingo.

-Alejandro, vuelve a la clase...- el muchacho dejó sus divagaciones y se puso a escuchar de nuevo las explicaciones de la profesora. Más tarde, al salir al recreo, los pensamientos agobiantes habían desaparecido.

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El científico sonrió, satisfecho. Había conseguido que la alerta amarilla terminase.

-No es la primera vez que da problemas, ¿verdad?-preguntó.
-No, el individuo 4LX-23 ya ha dado otras alertas amarillas- respondió uno de los cuidadores.
-Es demasiado inteligente. Creía que habíamos acabado con eso.
-Cada vez piensan menos, pero sigue habiendo algún que otro caso aislado...
-Ya. Si se juntan terminarán por descubrir la verdad. Y no queremos que eso pase, ¿a que no? Queremos su felicidad. Espero que arregléis el problema.
-Sí, señor.

El científico se alejó por el pasillo, con la bata blanca ondeando a su espalda. El otro cuidador observaba el silencio al individuo que había dado la alarma. Era un muchacho joven, de unos diecisiete años, que flotaba en un líquido verde. Paseó la mirada por todos los tanques de contención. Una vez más, se preguntó si lo que hacían estaba bien.
Cuando entró a trabajar en los laboratorios, le explicaron que los trabajadores como él se sacrificaban por todas esas personas que estaban en la Realidad Virtual, que estaban creando una utopía para ellos. Pero, pensó, ¿a qué precio? Condicionaban básicamente todo en sus vidas, incluso sus pensamientos.

-Deja de pensar y vuelve al trabajo, o harás saltar la alarma de nuevo- le recriminó su compañero. Suspiró y volvió al monitor, donde controlaba las vidas de los sujetos de su sector. Donde jugaba a ser Dios.

Reseña: Johnny cogió su fusil, de Dalton Trumbo.

Es difícil que alguien sin rostro pueda transmitir tanto... y sin embargo, en esta película lo hace. Y de qué manera.

Johnny cogió su fusil (Johnny got his gun)es una película estrenada en 1971 y basada en la novela homónima. Cuenta la historia de Joe Bonham, un soldado que es enviado a luchar en la Primera Guerra Mundial y ahí sufre el impacto de una bomba. Como resultado, le tienen que amputar los brazos, las piernas, y la cara. No puede ver, no puede oír, no puede hablar, y apenas se mueve. Pero sigue vivo.
En el hospital, el cirujano decide mantenerle con vida, a pesar de que cree que Joe no siente nada, ni se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. Le mantiene vivo por mera curiosidad, como experimento. Y Joe, que no oye ni ve, no sabe lo que ocurre.

Escuchamos sus pensamientos y vemos sus recuerdos. Mediante la alternancia de blanco y negro en el hospital y el color en los flasbacks, los gritos desesperados de Joe y un guión excelente, se crea una atmósfera que llega hasta lo más hondo del espectador. Igual recurro al tópico, pero ya no se hacen películas como las de antes. He visto muy poquitas películas que me hayan emocionado de tal manera, y muchas menos que sean de estos tiempos que corren.

Hoy esta película causaría muchísima polémica por tratar con tal crudeza el tema de la eutanasia. Y seguro que no habría máscara ni nada, sino que podríamos ver claramente la mutilación de Joe, porque somos así, nos gusta el morbo. Y así, detalle por detalle, moriría un clásico.

En fin, críticas a la actualidad aparte, recomiendo a todo el mundo ver este peliculón. Porque casi (casi, reitero) se me escapa una lagrimita. Y yo nunca he llorado con una peli.

Os dejo con este temazo de Metallica, basado en la película.



Hold my breath as I wish for death... oh please, God, wake me...

Rayos...

...y retruécanos. Y todo lo que se os ocurra.

Llevo un buen rato en frente de la pantalla, leyendo cositas, y pensando en lo improductiva que soy ahora mismo. En cuanto termine de escribir esta entrada absurda me pondré a ver una de esas películas que tengo pendientes.

El caso es que necesito expresar algo, pero no me sale ni con palabras, ni con dibujos... tal vez con música, pero en casa hay demasiado ruido como para componer. La forma más sencilla de expresarlo es un beso.

Es lo que me temía, Isiriel. Rayos y retruécanos.



So close, no matter how far...

Sempiterno.

Me gusta esa palabra. "Sempiterno". Que por cierto, viene a significar "que durará siempre". A todos nos gusta eso, ¿verdad? Suponiendo que hablemos de algo bueno, claro está. Todos queremos que las cosas buenas sean sempiternas. Y todos sabemos que los demás quieren oirlo.

Pues yo digo, basta. Basta de abusar de las expresiones sempiternas. Ya vale con el "para siempre", el "nunca", y similares. ¿No creéis que se emplean en exceso? ¿No estáis hartos de el "siempre estaremos juntos", o en su defecto, el "nunca permitiré que nos separaremos "? Yo, desde luego, sí. Esto viene a raíz de que me ha dado por hurgar en los archivos viejos, y he encontrado un par de cosas que me han sentado como un tiro en el estómago. Porque rezumaban hipocresía, principalmente.

Y esque sí, toda esa palabrería eternal es, en el 99% de los casos, hipócrita. Y falaz y demagoga, de paso (xD). He de admitir que yo también peco de sempiternista, pero como rectificar es de sabios, me he propuesto no volver a utilizar esas palabrejas a no ser que esté totalmente segura. Y por "totalmente segura" entiendo "si no es cierto me corto la mano derecha". Y creedme, aprecio mucho mi mano derecha.

No voy a decir que nunca diré "nunca" o "siempre" porque seguramente vuelva a caer, y prefiero conservar mi querida mano. Pero intentaré evitarlo en la medida de lo posible. Y aconsejo a todo aquel alma descarriada que lea esto que tome nota, porque así ahorrará mucho dolor y muchos desengaños a mucha gente. He dicho.

Seguiré informando :)



Hey, wait, I've got a new complain...

País...

Cada día que pasa me sorprendo más de el sitio este en el que vivo. Y cada día me disgusta más. Fijaos si me disgusta, que me he tenido que construir un mundo nuevo. Bueno, y ahora, bromas aparte...

Suelo leer el periódico todas las mañanas. Suena intelectual, ¿eeeh? En honor a la verdad, diré que empiezo por las páginas de atrás y leo los articulos de opinión y las críticas culturales (música, cine, literatura, etc.) antes que las noticias de actualidad. Quizá es porque en el fondo me da un poco de miedo ver los extremos a los que llegamos en este extraño lugar que llamamos España. España, donde la gente tiene la maravillosa capacidad de hacer como si su pasado histórico no existiese. España, esa extraña amalgama de culturas donde aún hay gilipollas que dicen ser racistas. España, la Indefinible.

¿Sabéis como perciben los extranjeros este nuestro pais? Como un lugar de "fiesta y siesta". Me parece muy bien que se fomente el turismo, pero nos lo tenemos tan creído que tanta fiesta y tanta siesta son la triste realidad. Como comentaba en el blog de mi querida Isiriel (que sí, que actualiza, no hagáis caso de mi estropeada lista) España es un lugar donde el más reconocido es el que consigue ganar más haciendo menos. Sí, esto es profundamente egoista, pero es lo que hay. Un claro ejemplo lo tenemos cada día, a todas horas, en todas partes. Estoy hablando, claro está, del mundillo del corazón. ¿Sabíais que Telecinco dedica unas tres horas diarias a programas del corazón? ¿Que montones de personas ganan dinero a espuertas por haberse liado con alguien famoso? ¿Y sabíais que gente que ha trabajado duro durante toda su vida ahora está sufriendo la crisis como el que más, teniendo que aguantar a verduleras, macho-menes, y demás subproductos castizos cada día en la tele?

No puedo dejar de preguntarme por qué. ¿Será el solecito? ¿Las tapitas del bar? No lo entiendo, en serio. Pero eso no es todo, no. No sólo somos vagos -y me incluyo. Además somos imbéciles -pero en eso ya no me incluyo. Y además nos entrenan para serlo. No hay más que ver en lo que se está convirtiendo nuestro sistema educativo. Los jóvenes y las jóvenas cada día lo tenemos más fácil, sí. Tenemos más fácil no pensar. ¡Eh! Abrid los ojos, estudiantes del mundo (y no me da la gana de ser "políticamente correcta"). Os están convirtiendo en marionetas, ¿sabéis? Porque los exámenes se hacen más fáciles cada día. Por no hablar de la absoluta falta de respeto a la autoridad que hay actualmente, que ya no se respeta a nada ni a nadie. Y hay cosas que todavía merecen respeto.

Y no diré nada sobre esas otras cosillas cotidianas, como la crisis, o el asunto de los piratas. Pero de la crisis ya estamos aburridos y de los piratas ya se encarga Reverte. Si no habéis leído sus artículos sobre los piratas, que son bastante recientes, os recomiendo que lo hagáis. Por lo menos os echaréis unas risas.

Parafraseando al mismo, diré que cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado... y que así vamos como vamos.



Corazones podridos
entre ropas plagadas
de galones brillantes
que demuestran quién manda...

Cuesta arriba.

Del instituto a mi casa hay una cuesta arriba muy empinada que tengo que subir para llegar. Al principio la odiaba, con sólo verla ya se me hacía eterna, y el cargar con la mochila no ayudaba mucho. Sin embargo, con el tiempo me fui acostumbrando y hoy puedo subir la cuesta como si fuese terreno llano. De hecho, incluso puedo cantar mientras la subo.
Por supuesto hay un camino más fácil, pero también es laargo y aburrido. Nunca cojo ese camino.

¿Y por qué os cuento esto, os preguntaréis? Muy bien... hagamos una metáfora, traspasad esto a vuestras vidas. Simplificando (como es mi costumbre) siempre hay un camino dificil y otro fácil. Lo sé, hay matices, suele haber más de dos caminos, pero estamos esquematizando. Siempre podemos escoger el camino fácil, pero ese, además de ser increíblemente tedioso, no nos hace fuertes. Si escogemos el camino difícil, la cuesta arriba, cada día mejoraremos. Se nos hará un pelín menos complicado subir. Y con el tiempo, seremos mucho más fuertes que al empezar.

Y ahora os pregunto, ¿qué es mejor? ¿Coger el camino fácil durante toda nuestra vida, o arriesgarnos a coger el difícil?

Vosotros haced lo que os de la gana, yo seguiré subiendo mi cuesta arriba... que no cuesta tanto ;)



No me conoces, vine ayer de Marte, soy un duende del parque, nada más...
Saco los dientes, soy capaz de andar en contra la corriente, aparta ya.

Que a codo con la sinrazón voy navegando.
Que a codazos con mi corazón voy dando tumbos.
que encuentro un poco de calor, ¡hoy no me derrumbo!

Recuerden, recuerden, el cinco de Noviembre...

La exótica danza de las llamas se reflejaba en un destello rojizo de sus pupilas. Sonrió. Ardía el Parlamento y con él la intolerancia y todos esos años de ser perseguidos. Tal vez la Iglesia católica había tomado medidas cuestionables. Qué demonios, las había tomado, era tristemente cierto. Sin embargo, ¿era buena idea combatir intolerancia con intolerancia? No.

Llevaban semanas trabajando en el plan, almacenando pólvora en los sótanos del Parlamento. Provocar ese incendio había sido una idea muy extrema, totalmente arriesgada, y seguramente no consiguieran secuestrar a los infantes, pero... el enemigo más temible es el que no tiene nada que perder. Y ese era su caso.

Soltó una carcajada y cerró los ojos, aspirando el aroma de la pólvora...
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Abrió los ojos. Se encontraba en una oscura prisión de Londres, pudriéndose a la espera de su sentencia, que ya sabía de antemano cual iba a ser. Un bonito sueño, sí, pero esas cosas nunca salen bien. Se había negado a nombrar a sus cómplices, leal a los suyos hasta el final.

Sabía que sería odiado por los siglos, y también sabía que sólo aquellos que nunca levantaban la voz, ni se rebelaban en contra de lo que les oprimía, no tenían enemigos.

Un carcelero abrió la puerta, la luz le hirió los ojos.
-Sal, escoria.
Guy Fawkes salió, preparado para su dolorosa ejecución. No le importaba. Supo -quizá siempre lo habia sabido- que su nombre iba a perdurar en la historia. Y esperó que su muerte no hubiera sido en vano.



“Recuerden, recuerden, el cinco de noviembre. Conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora para evocarla sin dilación.”