sábado, 7 de noviembre de 2009

Cuesta arriba.

Del instituto a mi casa hay una cuesta arriba muy empinada que tengo que subir para llegar. Al principio la odiaba, con sólo verla ya se me hacía eterna, y el cargar con la mochila no ayudaba mucho. Sin embargo, con el tiempo me fui acostumbrando y hoy puedo subir la cuesta como si fuese terreno llano. De hecho, incluso puedo cantar mientras la subo.
Por supuesto hay un camino más fácil, pero también es laargo y aburrido. Nunca cojo ese camino.

¿Y por qué os cuento esto, os preguntaréis? Muy bien... hagamos una metáfora, traspasad esto a vuestras vidas. Simplificando (como es mi costumbre) siempre hay un camino dificil y otro fácil. Lo sé, hay matices, suele haber más de dos caminos, pero estamos esquematizando. Siempre podemos escoger el camino fácil, pero ese, además de ser increíblemente tedioso, no nos hace fuertes. Si escogemos el camino difícil, la cuesta arriba, cada día mejoraremos. Se nos hará un pelín menos complicado subir. Y con el tiempo, seremos mucho más fuertes que al empezar.

Y ahora os pregunto, ¿qué es mejor? ¿Coger el camino fácil durante toda nuestra vida, o arriesgarnos a coger el difícil?

Vosotros haced lo que os de la gana, yo seguiré subiendo mi cuesta arriba... que no cuesta tanto ;)



No me conoces, vine ayer de Marte, soy un duende del parque, nada más...
Saco los dientes, soy capaz de andar en contra la corriente, aparta ya.

Que a codo con la sinrazón voy navegando.
Que a codazos con mi corazón voy dando tumbos.
que encuentro un poco de calor, ¡hoy no me derrumbo!

1 exploradores comentan...:

Serendipity dijo...

Yo prefiero coger el difícil, hace la vida mucho más interesante, y las recompensas son mayores.
Buena entrada, voy a seguir tu blog, me gusta lo que escribes.
Un besazo guapa!