lunes, 13 de septiembre de 2010

La Gran Evasión (Parte II)

-¿Sabes si los guardias van a entrar en algún momento?-preguntó Helena al preso de enfrente, el único aparte de ellas. Quizá tuviesen una ínfima posibilidad de escapar si Layla robaba las llaves. La joven semielfa era hábil en los juegos de manos.

-Bueno... normalmente sólo entran a las 10 de la mañana para darnos el desayuno, pero a vosotras os ajusticiarán mañana...- Layla, en otro compartimento, se mordió los labios, preocupada. Las ideas cuando se dicen en alto suenan más amenazadoras. Pero por otra parte, era lógico. Ella tampoco dudaría en matar a dos personas si así pudiera evitar participar en una guerra.

-...así que os traerán una cena esta noche- terminó el hombre, que tenía pinta de haber pasado muchos años en ese agujero.

La conversación continuaba entre la guerrera y el preso. En ese momento, la semielfa pudo ver, durante apenas un segundo, cómo la puerta se abría y se cerraba.

-¿Hay alguien ahí?-preguntó, susurrando. Un claro "sí" se escuchó por toda la sala, provocando que el hombre enmudeciera y se retirase a un rincón, asustado. En mitad de la cárcel, un elfo comenzó a hacerse visible.

-No tenemos mucho tiempo- explicó, sereno.- Puedo deshacerme de los guardias y sacaros de la ciudad, todo lo que tenéis que hacer es conseguir las llaves. ¿Podréis?

Layla asintió, confiando en que saliese bien. El elfo sonrió y bebió de un pequeño frasco que llevaba al cinto, volviéndose a hacer invisible. La puerta volvió a abrirse y cerrarse rápidamente.

-Bueno, sólo tenemos una oportunidad-dijo la semielfa.- Tú tendrás que distraer a uno de los guardas, si lo hay, mientras yo le robo las llaves al otro. Supongo que con mi labia puedo entretenerle, y si hace falta me desabrocharé un botón o dos de la camisa...

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Llegó la hora de la cena. Los guardias, malhumorados, advirtieron a las dos aventureras que no osasen acercarse a ellos. Cada uno llevaba una escudilla en la mano, que les pasarían entre los barrotes. Por supuesto, Layla no hizo caso.

Lentamente fue acercándose al guardia mientras le hablaba con una voz cálida y dulce que hizo que el hombre no se diese cuenta de lo que ocurría. Ni siquiera estaba diciendo algo coherente, pero la pícara era hábil engatusando a la gente.

Por su parte, la guerrera lo estaba pasando un poco peor. Nunca se le había dado bien eso de tratar con la gente. Lo primero que le vino a la cabeza fue recurrir a un clásico:

-¡Mira, detrás de ti!- señaló hacia la celda de enfrente. No se le ocurrió nada más que advertir, así que el soldado se limitó a mirarla arqueando una ceja. Helena sintió ganas de dejarle inconsciente de una pedrada, pero pensó que si no le salía bien iba a tener problemas. Entonces, una idea que parecía más bien de Layla se le pasó por la cabeza. Tragando saliva y sin dudarlo, porque no había tiempo, se levantó la camiseta. El guardia se quedó anonadado, pero la visión del cuerpo desnudo de Helena no le sedujo exactamente.

-Está más musculada que yo...-susurró el guardia, enfureciendo a Helena. Quizá no era exactamente atractiva, pero esa reacción le pareció exagerada. Entonces se le ocurrió la distracción que sería la definitiva. Aprovechando la vergüenza y la mala leche que acababa de sentir, se lanzó contra las barras rugiendo, haciendo al guardia dar un paso atrás. Tardó unos segundos en reaccionar. Después se recompuso, golpeando el estómago de la guerrera con el mango de su alabarda. Ella cayó al suelo, esperando que la semielfa hubiese conseguido las llaves, porque no podía hacer más.

Los dos soldados se marcharon, uno todavía traumatizado por los férreos abdominales de Helena, y el otro atontado, sin saber lo que había ocurrido.

Layla hizo tintinear las llaves, satisfecha. Un par de horas más tarde, se encontraban fuera de la ciudad con sus compañeros, el mago y el druida, despidiéndose del elfo que las habia ayudado sin motivo aparente.
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El "trololo" completo viene a razón de que decidimos que fue la banda sonora del poco exitoso levantamiento de camiseta de Helena (sacó un 3 en un dado de veinte caras).

Saludos ^^

2 exploradores comentan...:

Isiriel dijo...

En fin... esa partida fue épica xD

Gael dijo...

jajajaja gran idea lo de relatar la partida de rol!! Hay que hacerlo más veces, cuando tengamos momentos épicos como éste xD