jueves, 27 de noviembre de 2008

Libros

Conozco un hombre, al cual admiro y respeto mucho, que suele decir que leer es malo, porque nos hace pensar.
Muchos de los que lean este blog, intelectuales o no tanto, tal vez simplemente amantes de los libros, se escandalizarán y pensarán, ¡qué barbaridad!
Yo, por el contrario, sostengo que está totalmente en lo cierto. Muchas veces, leer es malo para nuestra cabeza, y aquí expongo el por qué.

Leer nos hace pensar, sí, pero no queda sólo en eso. Los libros nos afectan directamente, de un modo que nos cambia la vida cada vez que cogemos uno.
Hay libros que nos transportan lejos, muy lejos, nos despiertan el ímpetu aventurero y nos hacen desear viajar a muchos kilómetros del hogar, y vivir una aventura digna de ser escrita.
Hay libros que nos hacen reflexionar, a veces incluso nos hacen ver el mundo de forma distinta, nos trastocan la perspectiva y descubrimos que las cosas son totalmente diferentes de como pensábamos que eran.
Hay libros que nos marcan, nos cambian de arriba abajo, nuestra vida da un giro de 180 grados, y empezamos a actuar, hablar, pensar de un modo que nada tiene que ver con el anterior.
Hay libros con los que ríes, con los que lloras, con los que te diviertes, con los que sufres.
Hay libros de los que sencillamente te enamoras.
También, por supuesto, hay libros que nos producen animadversión, que no soportamos por muchas oportunidades que les demos. Y otros libros que nos dejan indiferentes, sin más.

Un libro es como una persona. Infatigable compañero de viaje, ese amigo que nunca falla, ese pasaporte a otros mundos que algunas veces nos evade de la realidad y otras veces consigue que veamos cómo solucionar nuestros problemas.

Un libro, señores, es un tesoro, y sin duda el mejor regalo que alguien puede hacer.

1 exploradores comentan...:

Alrik dijo...

Me recordo al anuncio de la cocacola (para los flacos, para las parejas... xD)

Yo adoro los libros, si te hacne pensar, pero me encanta leer, y transportarme a otro lugar, y por unos instantes, olvidar todas mis penas, es agradable y aconsejable, y a mi parecer vale bien la penaacabar pensando de otra manera (aunque conmigo nunca se dio el caso) pero pienso que los cambio siempre suelen ir a mejor