martes, 26 de octubre de 2010

Vivir otras vidas.

La semana pasada empecé y terminé (devoré) "El Clan del Oso Cavernario", de Jean M. Auel. Hacía mucho tiempo que no me bebía un libro de este modo, ni que me afectaba de tal forma.

No sé si seré sólo yo, si seremos pocos o si le pasa a todo el mundo, pero existen algunos libros con los que conecto especialmente. No sé qué es lo que tienen, si la forma de ser escritos, si el argumento o la construcción de personajes, pero el caso es que empatizo de tal modo con esos libros que prácticamente son como una experiencia añadida a mi vida. Aunque para eso leemos, ¿no? Quiero decir, cuando leemos por placer. Para vivir otras vidas.

La primera vez que recuerdo que me pasase algo semejante con un libro (esa conexión especial de la que hablo), fue a los diez años, más o menos, cuando mi abuelo me regaló "La Última Aventura", de Francisco Domene. Ese libro sigue siendo, a día de hoy, mi favorito. Soy consciente de que no es una obra maestra literaria, pero a veces lo que nos gusta no tiene que ser lo mejor. "La Última Aventura", simplemente, tiene un significado especial para mí. Como dato autobiográfico carente de interés, fue de la protagonista del libro, apodada Indy, de quien tomé mi nick.

Desde entonces, son muchos los libros que han caído en mis manos, bastantes los que he leído gustosamente y muy pocos los que han vuelto a causarme esa impresión. Es muy raro empatizar con un libro hasta tal punto que tu corazón se acelere en las escenas de más adrenalina y que la muerte de algunos personajes te hiera realmente.

Gracias a los autores de estas obras, porque por ellos no dejo de leer, buscando vivir estas nuevas vidas que casi siento como propias.

6 exploradores comentan...:

Art. dijo...

Hace unas semanas pensé en escribir un texto relacionado con lo que has escrito, pero no pasó del borrador. La idea principal a la que le daba vueltas (y me ha gustado encontrarla en otra persona!) es que las personas que leen tienen almas viejas, ya que han vivido muchas más experiencias que quien se conforma con vivir tan solo su vida sin asomarse a nada más.

Coincido contigo en que hay ciertos libros que nos vienen perfectos, que se amoldan a nosotros (o nos dan molde). A los posibles motivos que has escrito yo añadiría otro: el momento exacto en el que lees el libro puede hacer que te tire las paredes abajo mucho más fácilmente. ¿Nunca te ha pasado que al ver una película o leer algo, de pronto pienses que esa historia no podría llegarte en mejor momento, como si alguien te la hubiera hecho llegar a propósito?

PD: me encanta nightwish, pero esa no la conocía! danke^^

2PD: me has hecho sentir curiosidad por el libro, buscaré la reseña...

Saludos!

Art. dijo...

Las canciones las carga el tío con cuernos que se pelea con Diox xD

Me ha pasado con la Fuga, Rosana, Celtas, Marea... Y aunque en ese momento te preguntas si alguien se está descojonando a tu costa, luego ya te quedas esas canciones de por vida.

Uf! cuánta responsabilidad! precisamente por lo que hablamos, quizás la peli no te pille en el mismo punto que a mí, te resulte un petardo y luego me sentencies! =P Bueno, si la ves ya me cuentas...

Tomás dijo...

El Clan del Oso Cavernario se cuenta, sin lugar a dudas, entre mis libros favoritos, tanto por su temática como por el carisma de sus personajes. No obstante, si he de elegir un libro con el que en algún momento de mi vida me haya sentido ligado, ese ha sido sin duda "La Historia Interminable", del señor Ende, por supuesto. Te reirás de mí, pero era solo un niño cuando la leí, y a veces... bueno, a veces tenía que dejar de leer por un momento, agobiado por la terrible responsabilidad de creer, aunque fuera por un instante, que la tarea de Bastian acabaría por recaer en mí, y tendría que dar su próximo nombre a la Hija de la Luna (o la Emperatriz Infantil, si lo prefieres).

Hay libros que nos definen, como tú has dicho. Y esa es, en mi opinión, la gran ventaja que la literatura posee respecto al cine. Porque aunque haya películas sencillamente geniales, con ninguna puedes congeniar tanto como lo harías con un libro. Sencillamente, porque al leer, adaptas el mundo que las letras describen a tu propia imagen.

Tomás dijo...

PD: Con ese título, la canción escogida debería haber sido "la del pirata cojo", de Sabina XD

"A vivir otras vidas, a probarme otros nombres..." (8)

Isiriel dijo...

Sí, ese libro es genial, ya te lo dije. Me encanta Ayla, pero me da mucha pena, esa chica sufre demasiado xD

Por cierto, soy imbécil y en el comentario anterior no puse el link -_-U

http://www.youtube.com/watch?v=FiCLEgA8VFg

Setaluzinojena dijo...

Hey!! Vuelvo a tener internet, así que te comento: me encanta esa saga. El primer libro lo leí con quince añitos, y, desde entonces, me les he aprendido casi de memoria.
Por cierto, teníamos un proyecto de proyecto en común, no? un besín