Crisálida

Como cada noche, el callejón está apenas iluminado por el resplandor de una sola farola. Como cada noche, Víctor se encuentra en la boca de ese callejón, que tiene que atravesar para llegar a su casa. Pero esta noche hay algo diferente...

---------------------------------------------------

Aquella muchacha volvía a su casa tras un día con sus amigas por la ciudad. Con los auriculares puestos, ajena a todo lo que ocurría a su alrededor, no advirtió la sombra que se le aproximaba por detrás. Antes de que se pudiera dar cuenta, un pañuelo le tapaba la boca y una navaja rozaba su cuello.
-Si gritas, mueres.-susurró una voz masculina en su oído. Bruscamente, fue lanzada contra un muro. Un hombre de unos treinta años le sonreía, y en su sonrisa se advertía una aterradora intención. El corazón de la muchacha latía a toda prisa, y su mente no respondía. Con violenta rapidez, y al tiempo inexplicablemente despacio, los botones de su blusa saltaron por todas partes mientras algo frío y repulsivo acariciaba sus muslos.
En aquel momento, Víctor Rivera, varón blanco de 46 años, padre de dos niñas, divorciado, ex-convicto, condenado a quince años de cárcel por la violación de cuatro menores, aparecía frente al callejón. La imagen de la muchacha, frágil, vulnerable, con el cuerpo descubierto a merced de un hombre que hacía unos años bien pudo haber sido él, despertó en Víctor sensaciones olvidadas.
Víctor supo que el desconocido no le había visto, y que era su oportunidad para actuar.
Todos los días alguien debe elegir entre lo que es "correcto" y lo que es "fácil". Victor comprendió que aquella podía ser su redención... o su condena.

Como cada noche, el callejón está apenas iluminado por el resplandor de una sola farola. Como cada noche, Víctor se encuentra en la boca de ese callejón, que tiene que atravesar para llegar a su casa. Pero esta noche hay algo diferente. Esta noche tendrá que elegir.



The bitterness inside is growing like a new born...
When you've seen too much, too young...