Leyendas urbanísimas.

A falta de algo mejor con lo que actualizar, y como me ha hecho ilusión encontrar esto, allá va...

Resulta ser que en mis albores frikis, cuando navegaba inocentemente por la red sin tener mucha idea de lo que podría encontrar, descubrí un artículo titulado "leyendas urbanísimas" en un blog de esos de por ahí. Me hizo gracia cuando lo leí, y eso es todo. Hoy, algo más curtida en estas cosas, andaba ojeando un blog... que resultó ser el mismo que descubrí hace tantísimo tiempo. Y como me gustó tanto el artículo -y ya lo tenía olvidado- lo voy a poner aquí para que os riais un poco.

LEYENDAS URBANÍSIMAS

1.- Existe en España un grupo radical compuesto por miembros que a simple vista parecen filipinos, pero en realidad son esquimales. Se dedican a distribuir hielo a bastantes discotecas, algunas muy conocidas. El agua empleada en sus cubitos contiene un parásito microscópico que se enquista en los órganos vitales. El parasitado convierte en homosexual a todo aquel con el que cruce la mirada, ya sean hombres o mujeres.

2.- Si llevas una moneda de las de Franco a la Fundación Francisco Franco te la canjean por un billete de 50€ por servir a la causa.

3.- El jefe de mayor rango de los Illuminati en España vive camuflado como mendigo por las calles de Barcelona. Nunca revelará su verdadera identidad, pero a todo aquel transeúnte que le abrace y le bese en la boca le da un antiguo pergamino del s.XVI en el que pone escrito en letra gótica: "Vale por un Ferrari Testarossa". Si vas al President Palace y enseñas el pergamino, te darán el Ferrari Testarossa, que los tienen en un párking secreto subterráneo de Ferraris Testarrossas.

4.- El cuerpo humano está repleto de mecanismos nerviosos desconocidos y poco estudiados. Las terminaciones nerviosas situadas en el anverso de las orejas están directamente conectadas a la zona encefálica que controla los espasmos musculares. Si cuando estás follando notas que te vas a correr, dobla tus orejas hacia delante apretándolas con el dedo índice de cada mano y conseguirás retrasar tu orgasmo de forma directa.

5.- Los masones controlan el 11888. Si llamas y lo primero que dices es: "Hablo en nombre del Gran Maestre Arquitecto del Templo de Selene" no te cobran la llamada.

6.- Algunas personas poseen una rara flora intestinal especial. Este hecho conlleva que sus heces posean unas propiedades energéticas inusitadas que interesan enormemente a las compañías energéticas de hidrocarburos. Un número incierto de ciudadanos españoles vive de vender sus heces a Gas Natural. Para saber si tus excrementos poseen dichas propiedades energéticas, y así poder vivir de cagar, sólo tienes que jiñar en un plato, dejar secar el cagarro durante siete días y siete noches en un lugar ventilado, rociarlo con alcohol etílico y si la llama es de color verde loro tu mierda vale oro. Si envías una carta al director de Gas Natural informando de tu cualidad, se pondrán rápidamente en contacto contigo y te ofrecerán un contrato millonario.

7.- Los hindúes sij con turbante que tan acostumbrados estamos a ver por el Raval y demás zonas de la ciudad llevan siempre una pistola debajo del turbante. Si uno de ellos te pregunta la hora, dásela sin dudar. Si no se la das, te acorralará en el callejón más cercano, se deshará el turbante y te pegará un tiro. ¡PIÑÁU!

8.- En una visita a la fábrica de Phosquitos una niña murió. Su espíritu se dividió en mil fragmentos. Cada uno de ellos reside en un cromo de los que acompañan al Phosquito. Si abres uno de esos cromos te sale el espíritu de la niña y puede que pasen tres cosas:
- Que te haga una pregunta: "¿Qué animal camina a cuatro patas cuando es pequeño, a dos de más mayor y a tres patas cuando es viejo?" Al que le responde "el hombre" lo mata por listillo.
- Si eres consumidor habitual de pastelitos, te saltará y te llamará "¡puto gordo!" y te estará jodiendo toda tu vida, por tragaldabas y por gordopilo.
- Que te convierta en maricón, franquista, jefe de los Illuminati, con las orejas p'alante, Burgomaestre del Altar del Carpintero Celestial, cagón, y venga un hindú y te pegue un tiro.