Hoy os quiero exponer un caso que
lleva preocupándome un tiempecillo.
Persona A y persona B discuten
acerca de un cierto escrito que representa, de modo explícito y sin tapujos,
una escena de sexo de consentimiento dudoso entre un mayor de edad (18 años) y
un menor (13 años). El mayor, un adolescente evidentemente loco y con afición
por romper las normas, se aprovecha de la falta absoluta de experiencia del
menor, que es un niño inocente y que confía en él, para convencerle (y
posteriormente forzarle) de practicar sexo oral en su persona. Cabe destacar
que es un trabajo puramente ficticio, no basado en experiencias personales, y
que no se trataba de un relato erótico.
Tanto persona A como persona B
escriben, y ambos han escrito acerca de personajes de alineamiento maligno,
incluyendo en sus relatos abuso físico y psicológico e incluso asesinato. No
obstante, sus opiniones acerca de la narración mencionada son radicalmente
distintas.
Persona A opina que el escritor
es meramente repugnante. Alega que al escribir eso está promoviendo el abuso a
menores, y que en ningún caso su comportamiento puede ser aceptable. No cree
que el relato ayude en absoluto al desarrollo del personaje y le parece que su
sola existencia es punible.
Persona B opina que el escritor
no hace mal por escribir eso. Alega que es un hecho que ocurre en la realidad y
que no va a forzar a nadie a hacerlo, y que siempre que tenga un motivo, esos
sucesos pueden ser descritos. Opina que el relato ayuda al desarrollo del
personaje y que por muy desagradable que sea, el escritor no es necesariamente
mala persona por describir esa escena.
Ahora, las preguntas, queridos
lectores. ¿Quién tiene razón? ¿Es aceptable poner sobre el papel semejante
acto, o debería ser evitado? ¿Tiene el escritor la obligación de ser
moralizante? ¿Es relatar una violación mejor o peor que relatar un asesinato?
Espero vuestras opiniones. No os
preocupéis, los nombres son irrelevantes. La opción de anonimato está activada,
usadla si así os sentiréis más cómodos.
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4 exploradores comentan...:
Apoyo la opinión de la persona B, ya que aunque sea algo muy desagradable de leer, es un dato más sobre un personaje que te ayuda a entenderlo mejor. No por ocultar la realidad va a dejar ésta de existir, por lo tanto no vale de nada ocultar este tipo de cosas. Sin embargo habrán personas que se sientan ofendidas y es comprensible. Y no es peor que relatar un asesinato ni mucho menos, cuando se relata un asesinato se hace referencia a que alguien le quita la vida a otra persona, y en este caso se trata de alguien que hace mucho daño a otra. Quitar la vida es incluso más "fuerte" que lo que se relata aquí.
A duras penas comprendo la posición de la persona A. Por definición, los malvados son personas que hacen cosas malas. Difícilmente podrás definir a un villano si decides que cualquier acto de villanía es tabú.
Por supuesto, hay quien puede gritar "hay límites" y yo responderé "no". Estamos hartos de leer libros (algunos de ellos magníficos) en los que aparecen atroces asesinatos. Nadie dirá, creo yo, que sir Arthur Conan Doyle era una persona malvada por crear asesinos que se opusieran a su Sherlock Holmes.
Y ya para acabar, y porque total, la contestación ya es kilométrica, asentaré precedentes. El Clan del Oso Cavernario es un magnífico libro (uno de mis favoritos) en el que la protagonista, Ayla, es violada por el antagonista, Broud, siendo la primera menor de edad. La escena es salvaje, y emocionalmente arrasadora, y desarrolla el personaje de Broud (un cazador inmaduro e inseguro que se siente atacado por la misma existencia de Ayla y siente la necesidad constante de humillarla tanto física como psicológicamente). Un personaje al que da gusto odiar. También podemos encontrar otro ejemplo muy semejante en Los Pilares de la Tierra, un auténtico best-seller, en que presenciamos una escena muy parecida entre Aliena y (el cabrón de) William.
Me gustaría ver a la persona A ir a hablar con Ken Follet a explicarle que es un hombre malvado por escribir a sus villanos cometiendo villanías. He dicho.
En esta sociedad impera el miedo irracional a que todo lo que se vea/aparezca en medios de comunicación (entendiéndose también por ello los medios "artísticos") va a conllevar a una tendencia a imitarlo.
A ver, es cierto que la gente crea modelos a imitar y que los seres humanos somos gregarios, pero seamos coherentes, que una persona escriba sobre violaciones no va a crear una epidemia de violadores, igual que, que yo sepa, Dexter no ha creado una epidemia de psicópatas que matan malvados.
Una de las consecuencias (nefastas en mi opinión) de ese pensamiento es, por ejemplo, el tabú que supone el suicidio en nuestro país. El suicidio es la primera causa de muerte por encima de los accidentes de tráfico en menores de 45 años, y hablo de España, no de otros países como Japón donde es consabido que la tasa de suicidio es muy alta. ¿Por qué nadie lo sabe o no se habla de ello? Porque es un tema tabú, y se tiene la especie de superstición de que hablar sobre ello hará que la gente se suicide. Lo mismo pasaba con la violencia de género, aunque por suerte eso se ha superado. Pero aún sigue ocurriendo con las violaciones.
Esta idea es estúpida. Para superar tragedias de este calibre hace falta que la sociedad se conciencie y eliminar la estigmatización de los afectados. Si aceptamos que esos hechos son "normales", entendiendo como normales cosas que desgraciadamente ocurren con frecuencia, las víctimas se sentirán un poco más seguras para exponer su caso. Por algo las terapias en grupo son una poderosa arma de los psicólogos y terapeutas. Porque las víctimas pueden compartir sus experiencias con gente que ha sufrido de forma similar. El silencio de la sociedad no ayuda en nada.
Debemos dejar de ser avestruces y aceptar que hay cosas que existen, por muy desagradables y nauseabundas que nos resulten, y que esconder la cabeza y hacer como si no pasase nada no va a solucionar el problema. Es más, contribuirá a él.
Por supuesto, todo depende del tono con que se trate. No creo que sea ético describir una violación y luego ponerlo como la cosa más satisfactoria y genial del mundo, porque no, porque es ofensivo e inmoral. De la misma forma que no se puede escribir un libro alabando el genocidio de los nazis. Pero un escritor responsable sabrá tratar el tema con delicadeza, aún cuando describa una escena brutal desde el punto de vista del atacante, exponiendo a lo largo de la narración las consecuencias y los conflictos éticos de dicha actuación.
En conclusión, en la literatura no puede haber temas tabú, lo que debe haber es ética, sensibilidad y responsabilidad. Vamos, lo que debería tener cualquier persona para ser persona.
No por ver una peli de la 2ªWW le va a entrar a nadie ganas de gasear judíos.
Precisamente, una escena/capítulo que logre reflejar bien esa realidad creará asco y repulsión en el lector, que en todo caso se moralizará aún más todavía, y aumentará en él el rechazo a ese tipo de conductas malvadas.
Otra cosa es que se promueva o se justifique, pero una escena... son cosas que también ocurren en la vida real, y como tales pueden ser reflejadas
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