domingo, 26 de julio de 2009

Bye bye, Hachiko.

Aviso: Entrada escrita en un ligero estado de embriaguez sumada a un cabreo profundo.

Dicho esto, procedo a despotricar.

Ya no sé que creer. Por el oído izquierdo me susurran una cosa, mientras por el derecho otra. Y mis ojos me han advertido de algo que necesitaba ver, por muy doloroso que fuera. No tengo ni idea de qué es mentira o qué es verdad, y tampoco me importa a estas alturas del cuento. Sólo tengo clara una cosa: Llegó el momento de alzar el vuelo.

No sé si será cosa del momento o ya es definitivo (espero que sea definitivo) pero ahora mismo no siento dolor. Simplemente ganas de liberarme. El amor es una diosa ramera que juega con los corazones de las personas, cambiándolas por completo. Y en mi caso me ha puesto orejitas y una cadena. Pero ahora que he abierto los ojos, tengo fuerzas para romperla.

En fin. Ya veremos lo que ocurre :)

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