He vuelto a la escritura en formato novela. Se me da mal, además nunca las acabo, pero sigo intentándolo. Claro que ahora tengo la ayuda de cierto trasgo que corrige mis bocetos. Y entre ambos, algo vamos haciendo.
El caso es que como tengo esto más abandonado que el trastero de un Rodríguez, he pensado que podría compartir algo de lo poco que he aprendido tras tantos años de práctica y lectura incesante. Como siempre, si alguien no está de acuerdo con mis consejos, que deje un comentario y será tenido en cuenta. Comenzamos.
Antes de empezar a escribir: Generalidades.
Uno de los errores más comunes entre los escritores noveles (yo incluida) es comenzar a escribir sin una idea sólida, esperando que todo surja según el teclado se pulsa o el bolígrafo se mueve. Es lo que Unamuno llamaba "escritura vivípara". Empezamos por la primera línea y no paramos de escribir hasta la última, sin mirar atrás. Desgraciadamente, ese tipo de escritura -si queremos que salga bien- está reservada a unos pocos genios.
El resto tenemos que recurrir a la "escritura ovípara", esto es, planificar nuestras historias antes de escribirlas. Si no, lo más probable es que o no lo terminemos por quedarnos atascados, o que nos quede un truño, hablando pronto y mal.
Tampoco es necesario planificar hasta el último detalle. Es bueno dejar huecos libres para esos momentos de inspiración divina en los que nos llegan ideas dignas de Shakespeare, Verne, Asimov o Gaiman. Lo que más os guste. La idea es hacer un esquema básico que nos sirva de guía para no quedarnos atascados y mantener un mínimo de coherencia.
Lo primero obviamente es decidir el tema a tratar. Podemos querer escribir una trepidante historia de acción ambientada en el futuro o un drama romántico actual. O a lo mejor describir la vida cotidiana de personas residentes en un universo alternativo donde las hormigas dominan el planeta.
Aquí se decide también el tono: ¿Queremos que sea utópico o distópico? ¿Realista o fantástico? ¿Serio o humorístico? Pueden parecer perogrulladas, pero es algo realmente importante. Si no comenzaremos nuestra historia en clave de humor sobre las hormigas que dominaban el Planeta Tierra y lo terminaremos con dos valientes héroes enamorados salvando el mundo, muriendo uno de ellos en el intento trágicamente. Sí, a mí también me suena ridículo. Pero estas cosas pasan cuando escribes "según te sale".
Debemos escoger si va a estar narrado en primera o tercera persona (o en segunda, si es un libro de esos de "escoge tu propia aventura").
La primera persona es para un relato más personal, que refleje las sensaciones e impresiones de un solo personaje. Se requiere crear al menos un personaje muy elaborado para este tipo de perspectiva, ya que tendremos que cuidarnos mucho de lo que dice y lo que no. No tiene sentido que alguien poco empático se de cuenta de las intenciones que tan bien ocultaba esa otra misteriosa persona, o que una persona poco inteligente comprenda los enrevesados acertijos del viejecito al que fueron a visitar. Las descripciones tendrán que ser acordes con la personalidad (si alguien es depresivo utilizará adjetivos con connotaciones negativas, por ejemplo). Además, no podremos escribir nada que nuestro narrador no haya podido averiguar, por lo que cuando alguien desaparece de escena no sabremos qué hace o qué le ocurre hasta que vuelva y lo cuente.
La tercera persona hace las cosas mucho más fáciles, pero menos personales. Permiten la omnisciencia, es decir, que el narrador sepa todo lo que ocurre y pueda narrarlo. Las descripciones serán libres y podremos escoger qué decimos y qué no en función de la historia y no de lo que sepa o no un personaje.
¿Mi consejo? Si no quieres comerte mucho la cabeza, tercera persona. Si quieres un auténtico reto, primera.
Posteriormente vienen los detalles: Escenario, personajes y trama. Pero como eso necesita bastante espacio y este post ya me ha quedado largo, os lo cuento mañana.
Siguiente entrega: Escenarios.
Y canción, por supuesto. Que no tiene nada que ver, pero me gusta :D
sábado, 23 de julio de 2011
Consejos para escribir I.
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3 exploradores comentan...:
Si de verdad quieres un verdadero reto... intercala primera, segunda y tercera persona en el mismo relato. Si no te vuelves loca, regresa a por más. XD
De verdad, son muy buenos consejos, pero eso sí... como se te ocurra terminar una novela antes que yo acabe la mía vamos a tener hostias.
Te vigilo...
Me hace gracia leer esto viniendo de tu parte, la que por lo general no suele planificar las cosas xD
Otra cosa que yo añadiría es que cuando elegimos el tema de la novela, conozcamos nuestros límites o lo que estamos dispuestos a esforzarnos por ella. Por ejemplo, no podemos elegir como tema la segunda guerra mundial y luego no molestarnos en documentarnos nada sobre ella. Es muy importante tener bien claro el ambiente donde se van a mover los personajes. Aunque supongo que lo dirás en la próxima entrada ;)
¿Cómo que relato en clave de humor sobre si las hormigas dominan la Tierra?
¡Las hormigas YA dominan la Tierra! Y si alguien no está de acuerdo, estaré encantado de debatirlo con el/ella, XD
Por lo demás, buen número y calidad de consejos, algunos dados a ti misma, y uno concreto directamente a mí (que sé muy bien quién es ese personaje depresivo del que hablas).
PD: Por cierto, señor Caronte, yo también intenté una vez escribir un relato con primera, segunda y tercera personas intercaladas. No lo terminé, pero creo que tiene mucho que ver con mi estado actual de esquizofrenia/ paranoia/ leve trastorno autista
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